viernes, agosto 25, 2006

La creación escondida II...

... Y observó que sobresalía entre tantos datos dormidos, su némesis. Lo habia escuchado cientos o cientos de miles de veces, y jamás habia podido. Ese era el origen de su fracaso musical, pero tambien, el origen de su creación escondida.
Pensó.
Pensó que no valía la pena peregrinar en busca de El conocimiento. Pensó que debía resolver la pregunta que hizo en el pasado - la diferencia entre un aprendíz y un maestro - de una manera distinta. Y digitó. Eternamente. En busca de eso. Recordó que si la melodía es una sucesión eterna de notas musicales, en algún lugar del Universo - comprendido en una angosta tabla de madera dividida por trozos de metal - se hallaba, indefenso, ese solo, aquél solo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

che lo lei,pero estoy 0 inspirado para hacer un comentario, quizas cansancio quizas blockeo, quizas no sea nada. saludos amiguete el sabado nos vemos

Anónimo dijo...

Waaaw... que identificada me sentí a cuando estoy sentada en frente de la computadora tratando de escribir... ¿quién dijera que la mente puede retorcerse tanto, pensar tantas cosas, para que al final lo que logra producir no tenga nada que ver con lo primero que pensó?

La palabra némesis siempre me hizo pensar, primero, en un enemigo. Después en todo lo demás a lo que puede referirse, pero primero en un enemigo. No es que se contradiga la gran cosa. Creo que se debe a un juego de video que jugaba mi hermano, donde el digamos "malo" era una especie de zombie descomunal llamado "Némesis". Nos difertimos mucho con mis primos con ese juego. Y sin embargo, no tiene nada que ver...

Seba dijo...

Ese juego se llama Resident Evil y es increible. Yo lo usé hace mucho tiempo e insumió gran parte de mi tiempo en aquel entonces. Es muy muy grossa esa historia. Y retorcida.