miércoles, junio 28, 2006

Esos clisés que tanto me gustan (serie infinita de comentarios)

Inauguro esta serie de acotaciones totalmente ponzoñosas cometiendo un acto de justicia. Tengo que admitir que me encanta la actitud de algunos colegas alumnos (sobretodo alumnas, de mediana y alta edad) hacia el psicoanalisis: Justamente el otro día en la clase de Historia, la profesora (psicoanalista) nos introducia a la teorìa de Sigmund Freud. Una alumna de esas muy comentadoras decía-todo-que-sí, alabando a Freud y comentando el hecho de que a ella le habia llegado el mote de "degenerado" adosado al apellido del austríaco. Le llamaba la atención que ello todavía subsistiera en una sociedad tan moderna como la argentina: Pero cuando hubimos de recopilar datos clave (biograficos y de su teoría) esa alumna comentadora no recordaba nada que hubiese podido aportar a la clase. Entonces yo pensé que como podía ella estar de acuerdo con algo de lo que no sabía nada.
La hipotesis a la que arribé despues de un sesudo analisis ( Que llegó a durar la exigua media hora de colectivo entre la facultad y el tren) es que quizás ese tipo de personas, o ese rango generacional, se vea identificada con el psicoanalisis porque antaño supo ser una transgresión, una forma de ser diferente. Hoy, cuando la mayoría del planeta abandona el psicoanalisis por el hecho del dudoso caracter cientifico y real de sus afirmaciones, esa actitud está llena de nada. La chica, mas bien una señora, creo que fue a final.

Un dialogo particular

Para que no digan que la ultraizquierda de este país no es democratica, ahi tá: un diálogo. Pero a su manera eh, entre dos conceptos que jamás han hablado ni han querido escuchar.Asi es lógico que ese diálogo quede inconcluso o jamás empiece.

Llorando en el espejo.

La primera vez que escuche Llorando en el espejo de Seru casi me muero. Hoy también. 
¡Que tema! Que quede.


Llorando en el espejo (Garcia)


Te siento respirar
lejos de tu lugar.
Hoy tuve un sueño con vos;
qué locos éramos los dos
en los buenos tiempos.

Vos deseabas salir
de tu eterno jardín,
yo de mi tonto fulgor,
cuando encontrarnos era el fin
y la vida el motor.

La línea blanca se terminó,
no hay señales en tus ojos, y estoy
llorando en el espejo
y no puedo ver

a un hábil jugador,
trascendental actor,
en busca de aquel papel
que justifique con la acción
toda fantasía.

Que toca el saxofón
mientras su inspiración
baila tu forma de ser,
que desintegra con un blues
esta oscura prisión

martes, junio 27, 2006

Charlar sobre numeros

Estudiando Estadística me dí cuenta que no es que yo sea pésimo con los numeros: los maltrato porque ellos me maltratan a mí.

¿Que hago cuando hace mucho que nadie viene a comprar?

*Parecitas de biromes apiladas!

Piano Bar












Las chicas tienen un lugar
donde viven esas cosas que asombran.
Los chicos tienen un lugar
donde ir a conversar.
Usa tu rubor, encoje tu disfraz.
Pluma de gorrión, sonrisa de zorzal
Coloca – vitrina – al – sur.
Reloca – Titila – luz,
la ciudad.

sábado, junio 17, 2006

Del todo y la parte.


¿Es que acaso nada en este mundo tiene el lugar que su nombre indica? Es decir, esto a la izquierda se llama pieza, pero es un todo ahora. Es un todo para mí y para mi universo. Hoy sentí que perdí algo y que no voy a poder correr nunca más en un lugar donde podía. Pero ese todo que perdí, lo recuperé a través de esta parte.

miércoles, junio 14, 2006

Jorge Luis Borges - Borges y Yo -


Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.
No sé cuál de los dos escribe esta página.
A 20 años de su partída, un humilde homenaje.

Cosas que no intento (y que sí)

No intento curar el dolor de que una decisión anterior causó en un alma muy amada.No intento cruzarme en el espacio de nadie, ni contaminar ni una mente ni un corazòn. No intento llevar a cabo ninguna crítica malintencionada. No intento promover la demagogia, la desesperación o el delito. No intento negar la verdad ni esconder una mentira.
Intento demostrar que se puede ser diferente hoy que todo el mundo tiende a ser igual. Con este espíritu reelaboro este blog, mi blog eterno y mi forma de pensar.